José Alperovich (foto) hizo uso por última vez de sus fueros y, a tres días de dejar el cargo de senador, logró ayer que el tribunal que juzga al ex fiscal Carlos Albaca introdujera su testimonio por escrito, y lo eximiera de ser interrogado en la sala de manera oral y pública. La declaración prestada bajo juramento contiene dos detalles que llamaron la atención. Por un lado, el ex gobernador Alperovich manifestó que estaba comprendido en las generales de la ley por las expresiones públicas del padre de la víctima, Alberto Lebbos, y de su abogado, Emilio Mrad. El ex mandatario no lo dijo de forma expresa, pero insinuó que había una enemistad manifiesta entre él y el progenitor de Paulina Lebbos, joven asesinada en 2006. Por otro lado, Alperovich afirmó que conocía al ex fiscal imputado por el giro de una de sus empresas, pero, ante un gesto de asombro del acusado y tras una consulta, este negó la versión.
El fiscal que debía supervisar al imputado Albaca dijo que no pudo acceder al expediente “Lebbos”“Mi respuesta a la pregunta ‘i’ es que conozco a Albaca. Alguna vez fue por la concesionaria a averiguar por un vehículo”, contestó el senador, quien no ejerce ese cargo desde hace dos años porque goza de licencia sin percepción de sueldos -pidió permiso para ausentarse luego de que una ex colaboradora y sobrina le endilgara un supuesto abuso sexual-. Abordado al respecto ayer en el pasillo de los Tribunales penales de la calle España de esta ciudad, el ex fiscal acusado de un supuesto encubrimiento agravado en perjuicio de Lebbos comentó que no sabía de dónde había sacado la referencia Alperovich. “Tengo dos autos y ninguno de la marca que él vende (Volskwagen): un Peugeot de 2006 adquirido en Indiana y un Chevrolet Corsa de 2001 que compré en Gemsa”, precisó.
El ex jefe de Estado entre 2003 y 2015 reiteró que hizo comentarios periodísticos acerca de que la causa “Lebbos” iba a esclarecerse pronto y otros anuncios del estilo por recomendación de los entonces ministro de Seguridad, Mario López Herrera, y jefe de la Policía, Hugo Sánchez -con condena firme por el encubrimiento del crimen de Lebbos-. Alperovich explicó que él recibió la información de parte de sus colaboradores antes de hablar con la prensa y que, después, “se desdibujó la hipótesis” sobre la que se asentaban sus manifestaciones.
En otro tramo de su testimonio, el ex gobernador dijo que “nunca había llegado a su despacho” una nota del 9 de mayo de 2006 presentada por Alberto Lebbos con el detalle y las pruebas de las anomalías constatadas en el proceder policial y entre los funcionarios del Ministerio de Seguridad, algunos de los cuales, como Sánchez, terminaron condenados tras el segundo enjuiciamiento a agentes estatales que debían esclarecer la causa “Lebbos” (el de Albaca es el tercero mientras que el de los policías de Raco fue el primero). “Como no conocía el pedido (de Lebbos), no pude ordenar medida alguna”, respondió.
En cuanto al hecho de que el ex secretario privado de Alperovich, Alberto Kaleñuk (fallecido), había colocado una casilla en un terreno fiscal usurpado en El Cadillal -hecho que surgió a colación de una de las líneas investigativas del homicidio-, Alperovich admitió que estaba al tanto de la situación. “Un funcionario o personal del Ente de Turismo me comentó que Kaleñuk había asentado una casa en El Cadillal. En forma inmediata dije a Kaleñuk que no correspondía lo que había hecho y que dejara el predio”, agregó el testigo. En el juicio contra Albaca, Luis Daniel Olivera, dueño del camping 27 de Agosto donde estaba la cabaña en cuestión, admitió que había usurpado la tierra y expresó que Kaleñuk le pidió un pedazo a cambio de gestionarle la conexión eléctrica. A continuación, el fiscal Gerardo Salas y el abogado de la Provincia, que es codemandada civil en la causa, solicitaron la investigación de Olivera.
Alperovich también se desentendió de la contratación de comisarios cuestionados por su actuación en la causa “Lebbos”: dijo que ello había sido una decisión del Ministerio de Seguridad de su Gobierno. Asimismo justificó la contratación de Sánchez y de Nicolás Barrera, ex subjefe de Policía también condenado, como asesores del Poder Ejecutivo luego de que prescindiera de sus servicios por las polémicas e irregularidades en las que aquellos estaban involucrados. “Mi respuesta es que como (Sánchez y Barrera) habían sido desplazados en sus funciones y por la experiencia que tenían en sus áreas de trabajo, me resultaba útil contar con ellos en el Ejecutivo”, acotó Alperovich. Antes de terminar el testimonio, aseguró que él en todo momento ofreció la colaboración del Gobierno para el esclarecimiento del crimen de Paulina Lebbos.